del 24 al 26 de Junio 2011
en el templo zen
Luz Serena
No hay nada más íntimo que el aire que respiramos y los alimentos que nos nutren. Ambos crean nuestro cuerpo. La comida aporta los nutrientes, vitaminas y minerales, y el oxígeno es el combustible que permite la conversión de estos en actividad y estructura.
En la recitación previa a las comidas se dice: “Esta comida de tres virtudes y de seis sabores nos da un buen estado físico y espiritual para seguir en la vía de la práctica pura.” No es gratuito, todos hemos experimentado lo que es una comida pesada y que sienta mal, pero pocas veces somos capaces de identificar la comida más apropiada, la que tenga los elementos justos para favorecer y potenciar un estado de atención y presencia.