viernes, 30 de julio de 2010

El silencio de los muertos




¿Quién hace zazen?

Cuando nos sentamos en zazen, ¿quién se sienta en zazen? ¿Quién hace qué? ¿Qué significa «hacer zazen»? He aquí un buen ramillete de koans.


Siguiendo el sentido común el sentido común pensamos que somos un «yo», una entidad distinta y separada de todas las demás entidades o fenómenos. Siguiendo este razonamiento decimos: «Yo hago zazen», y de este modo establecemos una dualidad entre el «yo» y «lo demás». Es muy importante que nos demos cuenta de que tal visión es ilusoria e irreal. 


El «yo» que hace zazen y el zazen que es hecho no son dos cosas distintas. Cuando me siento en zazen, yo soy zazen, zazen es yo. No hay ningún zazen fuera del yo, ni ningún yo fuera de zazen. Mi cuerpo es zazen, mi respiración es zazen, mis pensamientos, recuerdos o proyectos surgen en zazen y son zazen. 


Si yo os preguntara ¿qué estáis haciendo?, vosotros me responderíais: «Estamos haciendo zazen». Pero, ¿cómo sabéis que estáis haciendo zazen? «Lo sentimos. Sentimos zazen. Sentimos nuestras nalgas apoyadas contra el zafu. Sentimos nuestras rodillas clavadas en el suelo. Sentimos la rectitud de nuestra columna vertebral, la posición de la cabeza, la caída de los brazos, el contacto de los dedos pulgares. Sentimos la respiración», sería vuestra respuesta.


Pero ¿qué significa sentir? «Significa tener sensaciones», responderíais.


Bien. Normalmente asociamos zazen o lo identificamos con un determinado número de sensaciones, y sin embargo, cuando sentimos el ruido de los coches, el calor, la música del vecino de arriba, ¿esto está dentro o fuera vuestro «yo que hace zazen»? 


El maestro Dogen Zenji dice: «Cuando nos sentamos en zazen, todo el cosmos, todas las existencias se sientan en zazen». La ciudad entera, con sus miles de habitantes y su actividad febril, están incluidos en zazen. La vida, la muerte, el amor, el odio, el nacimiento y la vejez, el bien y el mal están contenidos en zazen, son zazen. De igual manera, cuando nuestra conciencia queda cegado por la cólera, por la ignorancia o por la avidez, todo el cosmos se impregna de cólera, de ignorancia o de avidez.


Practicad un zazen sin crear dualidad entre zazen y no-zazen. Practicad un zazen más allá del propio zazen, más allá de cualquier idea sobre zazen. Durante el verdadero zazen expandimos la conciencia de manera que abarcamos todos los fenómenos del universo. De esta forma la lucha, la oposición y la dualidad entre nosotros y el cosmos desaparece. Zazen es ser única y claramente conscientes de esto.

Cuando se dice: «No os inclinéis ni  a la derecha ni a la izquierda», no se está hablando solamente de la columna vertebral. Se trata de una actitud mental y emocional mucho más profunda. Su significado es: no os inclinéis hacia una sensación u otra. No identifiquéis zazen con un determinado tipo de sensaciones. Simplemente sentaos. Estirar bien la columna vertebral y alcanzad el silencio de los muertos.

Extraído de "Fluyendo en el presente eterno"
Dokushô Villalba
Ediciones Miraguano, Madrid.

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