miércoles, 15 de octubre de 2008

En armonía con la naturaleza


Probablemente Francisco Dokusho Villalba nunca habría imaginado en sus años mozos que acabaría siendo el primer maestro budista zen español de la Historia. Sin embargo, puede ser una de las personas que más en paz esté consigo mismo y con la naturaleza, temática sobre la que versan muchas de las conferencias que imparte a lo largo de toda la geografía española. No es para menos, pues considera que el ser humano "ha olvidado que somos parte del mundo, y que nadie puede vivir sin respirar, sin comer o sin beber". Una filosofía que, de ser seguida, dejaría al planeta Tierra en unas condiciones infinitamente mejores que en las que se encuentra actualmente.

Francisco se inició en la doctrina del budismo zen en Sevilla, tierra de donde es natural, allá por el año 1977. Por aquellos años, en plena Transición hacia la democracia en España, Francisco, que estudiaba Magisterio, sufrió una crisis existencial. Casualidades del destino. Encontró un monje zen junto al que empezó a practicar la meditación. Descubrió que le gustaba, así que "siguiendo el camino he llegado hasta aquí". Ahora es el primer maestro budista zen español de toda la Historia.

Este monje encontró su vocación de este modo, porque quiso. Para adoctrinarse, viajó primero a Francia, luego a Italia, de allí a Alemania -tres países con una cultura budista más arraigada que en España-, para acabar en Japón, una de las cunas de esta doctrina. Según afirma, el budismo zen es para él "un estudio universal que acaba siendo una profesión. Es estimulante, porque empiezas un camino y una tradición con más de 2.500 años de antigüedad". El hecho de ser el primer español en lograr ser maestro zen le enorgullece. "Es histórico", afirma.

Francisco Dokusho Villalba reconoce que en la sociedad de consumo actual, la doctrina budista zen está algo fuera de lugar si se coloca en un contexto global. Sin embargo, no es así a título personal. Se trata de "autoconocimiento, tomar conciencia de tí mismo, de lo que percibes a través de los sentidos. No se trata de pensar sobre ello, sino más bien es una práctica de observación de la realidad", afirma Dokusho.

Uno de los ejes de esta doctrina es la toma de conciencia sobre los asuntos relacionados con la naturaleza, algo con lo que quienes siguen esta doctrina andan muy familiarizados. De ahí que el maestro zen español considere que hay que mimarla, ya que, "si nos damos cuenta, veremos que lo que le hacemos a la naturaleza, nos lo estamos haciendo a nosotros mismos". Estas y muchas otras enseñanzas imparte el maestro en su centro de Valencia.

Reportaje de Nando Rico, publicado en Las Provincias, Alicante, el 15 de octubre del 2008.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/valencia/20081015/alicante/armonia-naturaleza-20081015.html


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